El denominado “Mercado de las Brujas”, es un espacio público que consta de las siguientes calles: Sagárnaga, Linares, Jiménez, Illampu, Santa Cruz y la iglesia de San Francisco. Estas calles son parte de conjunto de manzanas que están identificados en la cartografía patrimonial urbana como el Conjunto Patrimonial San Francisco. Parte de este conjunto está formado por el mercado de artesanías, objetos rituales, plantas medicinales, coca, alcohol, amuletos, talismanes, illas, sullu, mesa u ofrendas y otros elementos mágicos de otras culturas y de otros países como el Brasil, Argentina, la India, México, etc.
El
sector de las brujas representa un icono de la ciudad. Dentro de un circuito
tradicional o city tour básico de la
ciudad este lugar está priorizado. Si una persona llega a La Paz y no visita el
Mercado de las Brujas es como si no hubiera estado en la ciudad. Los lugares
que comprende un city tour tradicional son el Mercado de las Brujas, luego está
el mirador Killi-Killi, la plaza Murillo, la calle Jaén y valle de la Luna. Y
en este último tiempo se incorpora además el teleférico. Pero siempre ha estado
presente el Mercado de las Brujas, este lugar es casi visitado el cien por
ciento de los visitantes.
El
“Mercado de las Brujas” por sus características y sus componentes o elementos
culturales podemos definirlo como un
espacio de turismo cultural porque se expresan en el contexto urbano la
cosmovisión de las culturas aimara quechuas como tradición heredada de las
prácticas de la espiritualidad andina. Asimismo, en la zona existen bienes
arquitectónicos patrimoniales como el religioso, bienes inmuebles, artesanías
con identidad y actores sociales como las Chifleras, Amautas, Yatiris, etc. Puede
considerarse también como un destino turístico o bien un producto turístico, es
decir que forma parte del conjunto turístico paceño y boliviano. Entonces, el “Mercado
de las Brujas”, es un espacio turístico o un destino turístico por su atractivo
“exótico” donde se encuentran las famosas “brujas o hechiceras” que ofrecen amuletos,
talismanes, velas, “mesas” rituales, ofrendas y otros productos de origen
extranjero.
Todo
este conjunto urbano y social es un centro receptor de turistas atraídos por
los objetos que se ofrecen ligados a las ritualidades y otras creencias ligadas
a otros imaginarios de suerte y personajes como la Santa Muerte de origen
mexicano. También están la oferta de una diversidad de artesanías, joyas e
instrumentos musicales. Además que hay hoteles, servicios y las operadoras de
turismo.
¿Cuál
es el origen del nombre del Mercado?
Es
a través de la tradición oral que nos logramos enterar el origen del nombre del
mercado; En este sector desde los años 70s ya estaba poblado por estas típicas vendedoras
conocidas como las “Chifleras” que vendían amuletos, hierbas, pócimas, etc. En la década de los 80s se da un boom
turístico en la ciudad, por las políticas de estado influenciados por el mundo
turístico que ofrecían sol y playa. Como nosotros no tenemos playa, pero si sol
y cultura ancestral, tuvimos mque mostar nuestro potencial cultural relacionado
con la cosmovisión andina. Cuando los ciudadanos extranjeros empezaron a
visitar este sector le empezaron a dar un nombre a estas mujeres en inglés
WITCHE’S MARKET, es decir Mercado de las Brujas. Bueno acá no conocemos a estas
señoras como brujas, entonces ellos les comenzaron a dar ese nombre porque se
acercaban y conversaban con ellas quienes explicaban que trabajaban con elementos
metafísicos, sobre todo para los rituales. Pero que ellos no lo entendían y lo
confundían con magia común o hechicería, sin comprender a fondo la filosofía
aimara. El éxito fue tal que a partir de esto es que se empieza a llenar de
negocios de artesanías, hoteles, agencias de turismo, restaurantes. En esto también
tiene que ver la iglesia de San Francisco de gran valor histórico de la ciudad.
Por
tanto, el “Mercado de las Brujas” es un producto turístico cultural, entendido
como: un lugar donde se encuentra una población flotante de turistas que son
atraídos sobre todo por las ofrendas andinas y las Chifleras. Entonces un
producto turístico que ofrece unos recursos y servicios turísticos
determinados, preparados para satisfacer las necesidades de clientes concretos
por un precio.”
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